ENDIKA BASAGUREN
MIEDOS, RELINCHOS, MASCARILLAS Y PAN NEGRO
Miedos, relinchos, mascarillas y pan negro, surge de la necesidad de comprender el momento que nos ha tocado vivir con la pandemia del Covid-19 y canalizar miedos propios y comunes, relacionándolo con momentos duros de la historia reciente como la guerra civil del 36. La representación de estos miedos (guerra civil 36 y postguerra, Covid-19…)y el uso de símbolos propios y de la historia del arte, me ayuda a comprender estos y universalizarlos , utilizando de esta manera el arte.
El proyecto está compuesto por diferentes piezas que conforman una única instalación. El uso de pintura, piezas escultóricas, así como de diferentes video-performances presentadas en formato instalación, crean un dialogo entre los diferentes fragmentos que contribuye a una lectura global de la obra, casi en formato escenográfico, en el cual el espectador se sumerge. Considero que en mi trabajo existe esa necesidad de crear un ambiente en el que el espectador se sienta dentro de la propia obra. Esto lo pro relevancia a la pieza individual, si no creando una atmósfera, en la cual, incluso el sonido es co-protagonista.
Igual que las grandes pandemias del pasado, el coronavirus ha dejado en pocas semanas su huella en Países aislados, fronteras cerradas y una economía al ralentí. La gripe española de 1918 o la peste negra que asoló Europa en el siglo XIV, también dejaron huella. Sin embargo, la Europa de final de la Edad Media o de la primera guerra mundial, tiene poco que ver con la sociedad civilizada de hoy. En palabras de Henri Vignaud, historiador de ciencias de la universidad de Borgoña. Una pandemia como esta pone a prueba una sociedad y una época, poniendo en peligro los lazos sociales y a forma larvada de guerra civil en la que cada uno desconfía del otro.
En esta epidemia como en cualquier guerra, también existen vencidos, que en este caso vienen en forma de chivos expiatorios. Al comienzo de esta pandemia, hemos experimentado casos de xenofobia contra los chinos.
Durante la gran epidemia de peste que devastó la Europa medieval, las poblaciones judías fueron blanco de ataques. A veces masacres como en Estrasburgo en 1349, donde casi mil judíos fueron quemados.
Finalizada la guerra civil española, no solo hubo vencedores y vencidos. También hubo hambre, escasez y miedo. Muchos ciudadanos se vieron obligados a cambiar monedas o joyas de oro por un chusco de pan negro. Otros acudían a los cuarteles a pedir las sobras y muchas mujeres tuvieron que prostituirse por un poco de comida.
Esta postguerra que vivieron los abuelos de mi generación, es el punto de partida de este proyecto. La forma de enfrentarse a sus miedos de estos hombres y mujeres en el mundo y época que les tocó vivir, me resultaba heróico e “incomprensible” hasta hace unos meses. Ahora, que nos encontramos en una situación de “guerra global” debido a la pandemia, esas historias de mi infancia se hacen más cercanas y me recuerdan que hay una luz al final del túnel.